martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo XIII: Problemas




-¿Alice?

-¿Cómo estas? ¿Qué le sucede a tu tobillo?- estaba por responder cuando caí en la cuenta, jamás le mencione algo de mi pie, ¿o si?- Aquí esta tu celular, definitivamente quiero uno de esos- continuo hablando

-Lo se, te lo comprare si quieres

-No es necesario- dijo algo tensa

-Alice, creí que no tenías auto

-Oh, no, no lo tengo, este es de papa

-Ok… y que hacia esperándonos en la carretera- en eso recordé que el vehículo en el que llegue no era este auto- Oh Carlos tu motocicleta se ha quedado en la playa

-Asunto arreglado- dijo victoriosa la enana- le he pedido- mi hermano la miro de forma significativa- bueno, le he pagado a unos chicos para que la trajeran, no se como me pediste que la trajera, conoces el tratado y…- Carlos la miro como rogándole algo y mi curiosidad apareció

-Tratado ¿Qué tratado?- Alice articulo un lo siento con los labios y abrí las ventanillas a lo que mas pudo, no entendí por que.

Al ver que no me iban a responder me gire hacia la ventana y mire las figuras que pasaban. Todo el demás camino fue en silencio, excepto pos las veces en que Alice se topaba con un buche o tope, o lo que sea, ya que movía mi pie y dolía. Por alguna extraña razón Alice no dejaba de darme miradas frías y duras por el espejo retrovisor, se veía muy tensa y hasta daba miedo, y puedo jurar que había veces en las que no respiraba. Cuando llegamos Carlos me ayudo a bajar, pero seguía sin hablar, la bomba estallaría dentro. Me gire para despedirme de Ali, pero ella cerro de inmediato y partió, extraño.

Carlos se quedo allí, como si fuera a esperara que regresara, así que, a saltos y gemidos, me metí en la casa. Entrecerré la puerta tras de mi para que mi hermano pudiera entrar. Comencé a subir las escaleras, pero bueno si para uno le llega a ser difícil subirlas caminando, fue una tortura saltando, hice un alboroto. Al llegar al sexto escalón, Kiara apareció en el fondo de las escaleras y se sentó como si estuviera esperando. Me fui acercando poco a poco mientras esta movía la cola. Llegue ilesa y me metí a mi cuarto, sin pensar me lance a mi cama, extrañamente me sentía muy cansada. Kiara se subió de un brinco a esta y se acostó a mi lado. Ahora solo quedaba aguardar a Carlos.

El portazo de la puerta del frente me hizo darme cuenta que me estaba quedando dormida. Me siente en la cama y espere a que subiera. Mi perrita se salió del cuarto, como sabiendo que venia. El se recargo en el marco de mi puerta y solo me observaba. Suspire

-Muy bien… suéltalo

-Tu… tu no piensas lo que haces… la curiosidad te gana… no sabes en lo que te metes, como es que siempre que vas a algún lado te atacan de la nada… ¿Acaso te viste en el espejo?- ¿Qué?- y no me lo tomes a mal, pero acaso te diste cuenta del golpe que traes, por dios Nohemi, pudieron haberte matado hoy, y estas tan tranquila y… y…

-Carlos… Carlos…¡CARLOS!- grite para que se detuviera y me escuchara- 1, no, no me he visto en el espejo, 2 no tuve la maldita culpa de que se aparecieran y 3 tu mismo lo dijiste, pudieron, pero no lo hicieron

-¿ACASO QUERIAS QUE LO HICIERAN? ¿TE HAS VUELTO LOCA?

-Crees que fui por que quería suicidarme o algo así, ¿estás demente? Jamás arreglaría un problema de esa manera

-Pues ¿que quieres que haga? Seria mejor que te quedaras aquí…

-¿Acaso piensas dejarme encerrada? ¿Es eso? Recuerdas la ves que lo intentaste para protegerme, y que por eso no podre volver a acercarme a ese lugar, déjame decirte que no pienso volver a pasar por eso Carlos, ¡no de nuevo!
-Nohemi, ¡eso tampoco fue mi culpa!

-Pues no fue la mía ¿o si? Pero claro la culpa me la tengo que echar yo ¿no? ¡Siempre es lo mismo!

-Yo nunca dije eso Nohemi Black, yo…

-No…vuelvas… a… llamarme… así- lo interrumpí entre dientes- sabes que odio ese apellido, y siempre lo hare- suspiro, cuenta hasta diez Nohe, hasta veinte si quieres pero cálmate, maldita sea, por que no puedo hacerle caso a mi mente, ah si claro, ¡por que estoy loca!

-Lo… lo lamento Nohe, es que tu… bueno… sabes como soy y… me preocupas… mucho, aparte de papa, eres mi única familia y…

-Lo se, Lo se, pero no quiero que el hermano sobreprotector regrese

-No lo hará, lo prometo- asentí- pero ahora- se acerco y se sentó a mi lado- déjame ayudarte con ese golpe o se infectara- golpe ¿cual golpe?, el del tobillo, no creo que se…

-¡Ouch!- exclame en cuanto toco mi frente

-Lo siento, iré por unas cosas a mi cuarto, jamás entenderé como sanas tan deprisa, deberías enseñarme- se levanto y hasta ese momento me percaté de algo, su manga traía una mancha grande y rojiza.

-Carlos, pero ¿que te hicieron?-Trate de levantarme, pero lo hice tan deprisa que me lastime el tobillo y me maree por el golpe de la cabeza y caí de nuevo en la cama

-preciosa ¿estas bien?- asentí mirando directo su brazo- tranquila, es solo un rasguño, enserio, iré por algo para tu cabeza, no te muevas.

Pasaron más o menos diez minutos cuando regreso. Me recosté y cerré los ojos, por unos minutos, estaba muy cansada, pero extrañamente después de un rato ya no sentí nada. Abrí los ojos y todo estaba oscuro. Me había quedado dormida. Me pare con mucho cuidado de no tropezar y avance hacia el cuarto de Carlos. Vacio. La sala, nada, el comedor, solo, el baño, el cuarto de invitados, e l garaje… no estaba, y la pregunta era… ¿a donde se había ido?

El timbre sonó mientras iba entrando a la nueva aula. Por suerte había llegado temprano o si no, no hubiera alcanzado con el tobillo así. Extrañamente el salón estaba lleno, había solo unos pocos lugares desocupados, uno junto a Tyler, otro junto a Mike y otro junto a… Edward. Este último al ver mi tobillo se levanto y me ayudo muy amablemente a llegar a la silla a su lado. Una sonrisa se formo en sus labios y se giro para hablarme.

-Yo venia a reclamarte y mira como estas- cambio su semblante a preocupado- ¿Qué te sucedió?

-Nada de que preocuparse- sonreí, nada en el tobillo

-¿A no? Y en la frente que te paso

-Ya te lo dije, nada de que… un momento, dijiste que venias a reclamarme ¿cierto? ¿Que te hice?

-Creí que quizás… quizás estabas esquivándome o evitándome- titubeo

-¿yo? ¿Evitándote a ti?- asintió- pero si el que me ha estado esquivando todo este tiempo has sido tu

-Claro que no

-Por supuesto que si, ni siquiera me has dejado presentarte con Carlos

-Ah, el chico ¿que viene a recogerte ahora?

-Si ese mismo, pero… explícame, por que creíste que te estaba evitando

-Oh, es que…- frunció el ceño molesto

-¿Ed…

-buenos días clase, soy el profesor Brown…- entro presentándose el maestro y tuvimos que mirara al frente.

Toda la clase el maestro estuvo parloteando sobre lo que se requería, y explicando ciertos puntos, por lo que no pude hablar con Edward ni un minuto.

Después de lo que pareció una eternidad, el timbre sonó indicando el final de la clase.

-No olviden registrarse en alguna actividad- dijo el señor Brown mientras se dirigía a la salida.

Guarde la libreta que había sacado pero al meterla tire uno de mis lapiceros, comencé a agacharme para recogerlo, pero una pálida mano me gano

-Tome bella dama- sonreí ante el cumplido mientras tomaba la pluma.

-Gracias Edw…gire la cabeza mientras había comenzado a decir eso pero al parecer Edward había tenido la idea de dejarme un beso en la mejilla por lo que cuando comencé a girar quedo en la comisura de mis labios.

Me petrifique y el se separo avergonzado. Agache la cabeza y estaba segura de que me había puesto peor que la nariz de Rodolfo el reno.

-MetengoqueiradiosEdward

Hable tan rápido que no supe si me entendió, pero me fui de inmediato por lo que no pude comprobarlos. Salí lo más rápido que se podía con un tobillo torcido. Por favor que no se moleste conmigo.

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