martes, 24 de mayo de 2011
Capitulo VI: Nuevo Acompañante?
Pov Nohemí
El agua escurrida de mi cabello empapando parte del asiento del auto. El encendió la calefacción haciéndome sentir mucho mejor.
-Edward gracias, pero te estoy arruinando tu coche
-No te preocupes- luego murmuro algo como favor se paga con favor, pero fue tan bajo que no supe si lo había dicho
Edward era un chico estupendo, aunque al principio había sido demasiado serio conmigo, poco a poco pude ver su lado amable, aun no lo mostraba por completo, pero intentaría que lo hiciera, siempre tan oportuno... un momento, el no vive hacia este lado del pueblo, en todo caso, ¿Como fue que me lo encontré, o mejor dicho que me encontró?
-Edward, ¿Que hacías por estos rumbos? Tengo entendido que tu casa esta hacia...
-Si, lo se- dijo cortante
-¿Vas a contestarme o mejor no continuo?-suspiro y lo vi dudar- no te preocupes si no es de mi incumbencia yo...
-No, yo solo... estaba siguiéndote-me confundí
-¿Siguiéndome?- asintió avergonzado- ¿Por que?
-Bueno, desde que comentaste eso de que sentías que te estaban siguiendo, te comenzaste a comportar de manera extraña- baje la cabeza, ¿Creería que estoy loca?- quería saber que pasaba así que te seguí desde lejos, en una forma de saber si estabas bien- mi sonrisa apareció inconscientemente, ¿el se preocupaba por mi?, no, desecha esa idea, nada de ilu...
-Nohe- lo mire- tu celular
Sonreí avergonzada, cuanto tiempo me habría quedado pensativa como para que no me diera cuenta. La canción indicaba un mensaje pero no de cualquier persona, y pensando en el rey de roma que me dejo colgada…
“Preciosa, perdona que te haya dejado colgada así, pero tu nuevo acompañante hacia mucho ruido espero y me perdones cuando sepas de lo que hablo, nos vemos pronto, cuando digo pronto lo es, besos te quiero”
¿Nuevo acompañante?¿De que rayos hablaba? Gire mi cabeza y me di cuenta de que habíamos llegado, ¿ya tendríamos rato allí? No lo se, pero Edward había sido muy considerado por acercarse aun cuando yo estoy en mi mundo.
-Gracias por traerme
-No tienes nada que agradecer, con gusto lo haría de nuevo- murmuro lo ultimo, pero aun así lo alcance a escuchar, asentí y moví la manija para salir a la aun mojada calle- Nohemí,- voltee la cabeza- si quieres que te traiga a tu casa solo pídelo- abrí la boca para protesta, pero hablo antes que yo- y no, no es ninguna molestia- sonreí y volví a asentir.
Salí al pavimento y la lluvia tomo fuerza de nuevo, haciéndome maldecir los días en los que deseaba que lloviera hasta mas no poder.
-Hasta mañana Nohemí
-Igual- dije pero en ese momento un trueno sonó y apago el sonido de mi voz. Corrí por todo en camino de la calle a la puerta. Justo en el momento en el que gire la perilla mire algo que no esperaba encontrar en mi casa, y me quede quieta en la entrada aun con las gotas mojándome toda y el frio calándome hasta los huesos.
Pov Edward
¿Quien era ese tal Carlos y por que le decía tantas cosas así a Nohemí? Diablos, ¿Por que estoy pensando esto? Esto no me incumbe son sus asuntos, pero como bien dice el dicho, la curiosidad mato al gato, me gano y termine escuchando toda la conversación telefónica de ella. Me entristeció ver su cara frustrada al colgar e incluso tenia ganas de acercarme y borrar esa línea entre sus cejas con mis dedos. Que tontería, vete de Allí antes de que empieces a hostigarla como Emmett.
-Demasiado tarde- me dije a mi mismo.
El cielo comenzó a nublarse demasiado deprisa y ella seguía allí parada como si el mundo a su alrededor hubiera desaparecido, con la vista fija en el pequeño celular que sostenía entre sus manos con mucha fuerza, al menos para ella. Un relámpago ilumino el cielo, dándome la señal de acercarme, si alguien no la sacaba pronto de trance en el que estaba, podría darle una pulmonía. Pareció reaccionar con el agua ya cayéndole en la cara, pero sabia que por mas cerca que estuviera su casa, no alcanzaría a llegar antes que el aguan la mojara por completo así que hice lo primero que me dicto el pensamiento. Avance el volvo hasta su posicióny baje la ventanilla
-Sube- dije en un tono de voz que podría demostrar lo ansioso que me encontraba en ese momento, ya que se subiría a mi auto.
Al abrir la puerta, un delicioso aroma abarco mis sentidos, y ahora tenia su cabello mojado, esperaba que su aroma no se intensificara. Prendí la calefacción y cerré las ventanillas, mala idea,pero mientras ella se sintiera bien, no me importaba la ligera quemazón que se estaba empezando a formar en la garganta.
Tuvimos una pequeña conversación antes de que su mentecita comenzara a trabajar y a sospechar sobre mí. La verdad era de esperarse, me estaba comportando como el infantil de mi hermano. Pareció volver a su mundo en el que por más extraño que fuera no podía penetrar, pero antes de que lo volviera a intentar, su celular comenzó a vibrar y sonar.
“This is our song that’s all that matters 'Cause we all belong right here together”
-Nohe- volteo a verme directamente a los ojos con mirada curiosa con la que quede deslumbrado- tu celular- fue lo único coherente que pude decir hasta que fijo sus ojos en su teléfono plateado.
“Y pensando en el rey de roma que me dejo colgada” quise dejar salir un gruñido ante la persona que había creado ese pensamiento, ese tal Carlos tendría que darle algunas cuentas y aunque ya había estacionado frente a su casa no quise interrumpirla, con el motivo de tenerla mas tiempo a mi lado. Un extraño sonido, como el replique de alas de un pájaro llego a mis oídos desde su casa. Me puse alerta, no era nada parecido a lo que yo había oído antes, a nada en absoluto. Había alguien dentro de su casa, pero no era lo único, había un latido de corazón, parecía de algún animal, tal vez seria…
“¿Nuevo acompañante?”Pensó, y luego giro la cabeza, un atisbo de duda y vergüenza apareció en sus ojos.
-Gracias por traerme
-No tienes nada que agradecer- baje la voz y musite- con gusto lo haría de nuevo- movió la manija, pero extrañamente no quería que bajara, o ¿era la duda de lo que estaba en su casa lo que hacia que me sintiera protector con ella?- Nohemí,- giro la cabeza- si quieres que te traiga a tu casa solo pídelo- imagine que iba a protestar así que me le adelante- y no, no es ninguna molestia.
Me despedí mas no me aleje, no hasta saber que estaba totalmente protegida, y aunque quizás fuera un comportamiento extraño, no me importaba, pero no sabía lo que haría si llegara a perderla.
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