martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo VIII: Dia perfecto... Para quien?



Pov Edward

Las llantas tenían su velocidad máxima por el asfalto mojado de la carretera. Deseaba que el auto no fuera tan lento en estos momentos. Me gustaría desaparecer y no volver, pero si lo hacia no seria un razonamiento lógico ¿Lógico Edward? Hasta ahora lo que has hecho no ha sido lógico. Maldito subconsciente sabelotodo, aunque en estos momentos me arrepentía de no haberlo escuchado a la primera señal, no sabia por que mi reacción hacia ella y no la supe hasta que la vi con el, la frustración, el dolor y la tristeza que recorrió mi ser al verla ahí junto a el, sonriéndole con verdadera felicidad, de una manera que no había visto. Ella no esta a tu alcance. Si eso era cierto, al parecer su corazón tenía una contraseña la cual, yo no conocía.

Di vuelta en el garaje de la casa y apague el auto con un humor de los mil demonios tras de mi. Estaba a punto de salir a dar una vuelta para tomar aire fresco y reconsiderar las cosas pero la persona que menos quería ver por ahora apareció frente a mi.

-Andas de suerte eh Eddy- no cualquiera se subiría a tu auto

-Emmett por favor, ahora no

-¿Qué paso Ed? No me digas que te portaste mal-mi hermanito esta creciendo

-Emmett, no tengo las ganas ni el tiempo para esta conversación

-Hey ¿Edward que te sucede? ¿Ahora vas a suplirme en acosarla hermano?- comenzó a reír-Oh vamos Eddy, no seas aguafiestas, es la única vez que puedo hacerlo y tu lo quieres terminar-y hasta allí llego mi paciencia

-¡Déjala en paz Emmett, no entiendes que estas haciendo algo peor que asustarla! Emmett por favor se razonable, si la sigues acosando, al final se hartara y se ira- me entristecí hacia ese pensamiento, aunque lo borre de inmediato, Jasper estaba cerca

-Edward, cálmate solo es un pasatiempo

-¡¿Qué?! ¿Un pasatiempo Emmett? ¡Eso no es un pasatiempo!-

-Vamos hermano no me digas que no es divertido

-Bien no te lo digo, pero ¡no lo es!- dije frunciendo el ceño, esta discusión era innecesaria, pero tratándose de Emmett no es fácil “Eddy ¿estas protegiendo a tu novia?”, le gruñí en un volumen que sabia que escucharía ¿Edward que sucede? interfirió Alice, en unos segundos llegaría, y no quería gritarle a ella también

Le quite la mirada a Emmett y me abalance hacia el bosque a toda velocidad

-¿Qué ocurrió?

-No lo se Edward…

El sonido fue disminuyendo a medida que me alejaba, no sabia a donde iba pero cualquier lugar seria mejor en este momento.

El olor de los autos y la gente me indico que me acercaba a la ciudad. “Welcome to Seattle” me indico el letrero que pase a toda velocidad. Los edificios comenzaban a acercarse y disminuí mi velocidad, de modo que al pasar los últimos arboles del límite, iba a paso humano. El día continuaba nublado y parecía que iba a permanecer así. El derrape de unas llantas a mi lado me hizo reaccionar.

-Edward Cullen, ¿me podrías explicar que es lo que te sucede?

-Ahora no Alice- Edward, vamos, no puedo verte haciendo nada seguro -Por que no tengo pensado hacer nada aun

-Vamos Edward-retire la mirada ante su puchero-¡sube!- dijo mas animada, ¿Qué es lo que tenia que cambiaba de animo de un minuto a otro?.

Voltee los ojos pero le hice caso.

-¿Qué piensas hacer?- ¿Qué se supone que haces en una ciudad cuando la noche se aproxima?

-Compras- dijimos al unísono, ella muy animada y yo como algo cotidiano. Que mas haría, además no me importaba estar de compras en este momento.

Pov Nohemí

-¿A dónde vamos?

-Tenemos que ir a comprar, no creas que tengo todo un armario de repuesto- me reí

-Pues si lo creería, tú siempre eres demasiado prevenida

-Mmm tomare eso como un cumplido

-Quizás por que lo es- reímos- y bueno, ¿en que piensas irte si aun no me dejas convencerte de comprarte un auto?- oh shit, como no pensé en eso

Podríamos irnos corriendo pero yo me cansaría de regreso y si el me cargaba obvio iba a terminar igual. Una sonrisa de suficiencia apareció en el rostro de Carlos, ¿Qué estaba planeando?

-¿Qué es lo que…

-Sígueme- me interrumpió y jalo levente de mi mano

-¡Pórtate bien Kiara!- le grite a la cachorra, que me veía curiosa desde las escaleras

Nos detuvimos frente a la puerta interna del garaje y Carlos me soltó. Se me quedo mirando y yo me puse a pensar en voz alta.-¿Metiste alguna otra cosa en la casa sin que yo me diera cuenta?

-La respuesta es si pero si te molesta la cambio por no- contesto divertido

-Ja ja, solo muéstralo- hizo el ademan de hablar pero lo hice primero- y no, no es doble sentido

-Esta bien, ¡Tara!- abrió la puerta y detrás de esta había una lujosa motocicleta Yamaha YZF R1 de color azul marino que me dejo con la boca abierta

-¿Cómo?¿Cuando?¿Con que?- pregunte atropelladamente

-Ahorrando y la metí con las llaves de repuesto, hace unas semanas, con el dinero que gane trabajando para papa- contesto en el orden que le había dado

-Esto… es tan… ¡Wow!

-Lo se lo se, pero cierra la boca preciosa, no te vayas a derramar- cerré la boca avergonzada- ven, vamos a que estrenes esta belleza- me tomo la mano de nuevo e hizo el ademan de jalarme pero lo detuve y puse un puchero- ¿Qué paso nena?- pregunto preocupado- ¿Hice algo malo?- Asentí- ¿Qué hice?

-Le dijiste belleza a una motocicleta cuando yo soy la única a la que le dices esas cosas- se rio de mi

-Cariño, tú eres la única belleza, pero esta es una belleza de moto

-Ah bueno, eso ya cambia- volví a sonreír

-Adoro tus pucheros- se rio- vamos o si no la lluvia nos puede alcanzar

Me subi, con mucha dificultad a la gigantesca “belleza de moto” y salimos en ella haciendo un inmenso ruido que hizo que todos los metiches de la cuadra salieran a ver, incluyendo obviamente a la mayor de todas, mi queridísima vecina Jessica, nótese mi sarcasmo. Abrace fuertemente a mi “niño” y acelero, alejándonos de la calle.

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