domingo, 12 de febrero de 2012

Capitulo XIV: Pesadilla

Carlos Pov

El celular sonando me hizo despertar, no me había dado cuenta en que momento nos quedamos dormidos en el sillón la noche pasada, pero no tenia tiempo de pensarlo ahora, sabia que Nohemí se despertaría si no contestaba, así que me deshice del abrazo en el que estábamos y fui directo al buro que estaba cerca de la ventana y junto a la puerta. Los ojos los tenia entrecerrados por el cans...ancio que había tenido el día anterior, por lo que no vi quien llamaba al contestar, aunque reconocí la voz de inmediato.

-Buenos días

-Hola Alice- bostezo- ¿Qué sucede?

-Solo llamaba para saber como esta

-Mejor, no te preocupes, ella es una chica fuerte, esto solo fue un pequeño tropiezo, pero, ¿como esta el?

-Algo distraído, continua con su vida,si así se le puede llamar, pero se que le duele- se oyó un suspiro- lo veo en sus ojos, si sigue así, no se que valla a ocurrir

-Ha pasado muy poco desesperada, dales tiempo

-Han pasado días, y no veo cambio alguno, mañana será sábado otra vez, y habrá pasado una semana desde que se sincero con ella, me voy a volver loca

-Tú no dejas nada a medias, ¿verdad?

-No quiero que nuestra vida se vuelva una rutina

-Oye y hablando de rutina- comencé a susurrar- ¿pudiste conseguirlos?

-Acaso lo dudas- me reí y continuo- por supuesto que si, solo falta que te presentes con el papel que te deje en tu casa, y listo

-Eres increíble

-Dime algo que no sepa

-Te quiero linda

-¿Linda?- una dulce y ronca voz se escucho a mis espaldas

-Gracias por todo, nos vemos

-Claro, hasta luego-ti, ti ,ti , ti

-Buenos días Nohe, ¿como amaneciste hoy preciosa?

-¿Con quien hablabas Carlos?

-Con… una amiga- bufo y se acomodo en el sillón. Unos segundos después se levanto y comenzó a ordenar la sala sin preguntar nada mas- ¿Estas molesta, Nohemí?

-Por que habría de estarlo

-Por que sabes quien es mi única amiga, y en estos momentos no crees conveniente que hable con ella, ¿o me equivoco?

-Yo jamás te prohibiría nada, y los sabes

-Precisamente por eso estas molesta, por que no quieres cometer mi error aunque estas tentada por ello

-No tientes al destino por que sabes que unas cuentas palabras y se hace mi voluntad Carlos, además no estoy de humor, no quieras hacerme enojar

Se giro y se hizo de oídos sordos para terminar esa discusión, que sinceramente no supe como fue que comenzó, pero no me gustaba estar enojado con ella, ni que ella estuviera enojada conmigo, los peligros nos asechaban a ambos, y aunque no me gustara ese pensamiento, no me gustaría irme o que ella se fuera para siempre sin haber hablado tras una pelea. Camine hasta su lado y la abrace por detrás, ella hizo caso omiso, tratando de continuar con su actividad, sabia lo que hacia, trataba de calmarse para no desquitarse conmigo lo que llevaba dentro, pero siempre he pensado que es mejor que lo haga, antes de que valla a jugarse la vida para calmar un enojo, por lo que no la deje ir tan fácilmente y la apreté con mas fuerza, tratando de evitar que se fuera y quizás que me devolviera el abrazo, se quedo totalmente quieta. Olía a victoria fácil, pero un olor diferente fue el que me llego hasta la nariz, y no era lo que esperaba. Nohemí se tenso, su olfato no estaba muy desarrollado, pero después de un tiempo, podía reconocer esencias particulares, y esta, no me gustaba en nada. Solté a mi hermana y camine hacia el patio trasero, no le pedí que se quedara dentro de la casa por que sabia que no lo haría, y solo la tome de la mano y la hice caminar a mis espaldas, el hedor se intensificaba, pero no había señal de movimiento ni rastro de nada. Había escapado… de nuevo.

Pov Nohemí

Las sombras del bosque nos envolvían por completo, sus ojos dorados deslumbraban ante la débil luz lunar que se presentaba en aquel sombrío lugar. Su piel pálida se veía normal ante aquellas circunstancias. Todo estaba muy callado y sereno, yo solo lo veía a el. El olor a humo comenzó a llenar mi nariz, sentía que el aire me comenzaba a faltar y unas ganas inmensas de huir, pero no podía, algo me ataba al suelo, algo muy fuerte. Las llamas abrasadoras de un enorme incendio comenzaron a brotar por todas partes. La gente gritaba y lloraba, mientras corría con las pertenencias que pudieron salvar, yo solo los veía huir, parada ahí, frente a el, que tampoco se movía ni un solo centímetro, a pesar que las llamas lo estaban alcanzando muy rápido.

-Sálvate, no eres inmortal ante la llama del fuego, tu familia te espera-le dije tranquila viendo como una señora tomaba a su hija entre sus brazos y me hacia a un lado para poder irse.

-Ven conmigo, estarás segura a mi lado- su voz angelical, endulzo mis oídos, y aun así, quede cabizbaja ante mi promesa

-Yo…yo no- antes de contestar, una mano cálida y fuerte, me tomo el brazo y me hizo girar la cabeza

-¿Nohemí? Nohemí pero que estas haciendo, no vayas con el, te hará daño, Nohemí ven hacia acá- intento halarme, pero no pudo, yo sabia lo que era y sabia cuanta fuerza poner ante el, aunque no sabia por que me oponía a que me salvara

-Solo quiero protegerte, y lo sabes Nohemí- sus ojos mostraban paciencia y sinceridad, pero Jacob no me soltaba

-Es mentira, es uno de los fríos, no es parte de nosotros, vámonos ya, tu perteneces as los nuestros, eres una de nosotros, no te dejare sola con este chupasangre- jalo con mas fuerza dela necesaria y me hizo caminar hacia el, mas sin embargo, una mano fría me detuvo tomándome por el otro brazo y sentí su fría piel tocarme la mejilla, sus sombras comenzaron a rodearme, sus largas capas hicieron quela gente retrocediera y el mar de sangre comenzó a aparecer.

-No te vallas mi niña-una voz diferente, me susurro al oído, me gire bruscamente y unos ojos rojos me miraban fijamente.

Desperté abruptamente y algo temblorosa, pero al escuchar la voz de Carlos me tranquilice. Pensé en correr a abrazarlo, solo por saber que lo tenía a mi lado, pero sus palabras me detuvieron.

-¿Pudiste conseguirlos?-estaba susurrando, y apenas pude oírlo, por lo que supe que no quería que me enterara, se rio un momento y continuo charlando, al parecer por celular- Eres increíble… Te quiero linda- me senté en el sofá de manera violenta y lo voltee a ver, mientras el hablaba dándome la espalda

-¿Linda? – pregunte sin dudarlo, se despidió de su llamada y volteo a verme

-Buenos días Nohe, ¿como amaneciste hoy preciosa?- intento salirse por la tangente así que yo hice lo mismo.

No tenia por que molestarme por que hablara con una amiga, pero me mostré molesta para ocultar el gran miedo que me embargaba en este momento, hace años que no soñaba con las sombras, y la ultima vez que lo soñé, perdí al ser mas querido que tenia en ese momento, por que tenían que volver a aparecer justo ahora. Carlos me abrazo por la espalda, pero yo no quería hablarle de las sombras, no quería que el fuera el objetivo, no quería perderlo, y por eso debía quedarme callada y atenta a todo. Un olor conocido llego a mi nariz, dando veracidad a mi sueño. Nos habían encontrado, y venían por nosotros, lo volverían a intentar de nuevo. Me tense al momento y unas enormes ganas de gritar me llegaron hasta la garganta, pero no hice nada más que seguir de cerca las huellas de mi hermano. Aunque en el patio trasero no había nadie, sabíamos en el peligro en el que nos exponíamos, sabían nuestra ubicación, y se las irían a decir a ellos, teníamos que irnos, antes de que el mar de sangre volviera a aparecer. Carlos me hizo regresara dentro, se encontraba muy pensativo. Me hizo sentarme con el en el, aun desordenado, sofá.

-¿Debemos irnos?- asintió- Comenzare a empacar- hice en ademan de levantarme pero me tomo del brazo, impidiéndome hacerlo

-Espera- la forma en que me detuvo me recordó la pesadilla y una escalofrío me recorrió la columna, al parecer mi hermano se dio cuenta-Nohemí, ¿estas bien?- asentí lentamente- tranquila, no podrán hacernos daño, no lo permitiré- volví a asentir de la misma manera- ven, ven- me acerque lentamente a él y deje que me abrazara- no les daremos el gusto, Nohemí, siempre pasa lo mismo, llega su estúpido espía y nos tenemos que despedir de nuestras vidas, familia, amigos, y no es justo, para nadie, veremos cómo resolverlo y luego…-puso su mano bajo mi barbilla, obligándome a mirarlo- lo enfrentaremos

Sentía un poco de miedo por la forma en que lo expresaba, pero él tenía razón, años y años de escapar, era como un juego para ellos, mientras que nosotros éramos los que sufríamos todas las desgracias. Asentí mirando a Carlos, ahora sabía la razón de la pesadilla, pero no me quería preocupar ahora por ella, tenía otros asuntos que arreglar. Tocaron a la puerta mientras seguíamos abrazados, y de esa misma manera caminamos juntos a abrirla. Pensé miles de cosas que podrían estar esperándonos, mas sin embargo, solo eran Jessica y Mike, ella con una cara de envidia y el parecía algo molesto. Estaban vestidos como si estuviéramos a 30 grados, cuando el clima en el termómetro apenas alcanzaba los 10°.

-Am, hola, no sabíamos que estabas acompañada, amm, será mejor que nos vallamos, ¿Vienes Mike?

-Oh, no esperen, yo iba de salida, así que no se preocupen por mi- soltó nuestro abrazo, tomo mi cabeza con ambas manos y me dio un beso en la frente- iré a investigar, no te preocupes por mí, mantente entre gente- susurro y se fue a la puerta interna de garaje, tomo su moto y se marchó, mientras que nadie decía nada durante este suceso.

-¿Quieren pasar?- Pregunte unos segundos después, ya que se habían quedado viendo el camino por donde se marchó Carlos

-Am, no, no te preocupes, solo quería… queríamos preguntarte si quieres salir, no salir, salir, de salir en una cita, si no de salir, afuera…

-Lo que el tarado de Mike quiere preguntar, o eso creo- eso ultimo lo dijo para sí misma- es que si quieres acompañarnos

-Claro, ¿a dónde vamos?

-A la Push- oh shit, bueno, me dijo que estuviera acompañada, además me serviría ir

-Está bien, déjenme tomar unas cosas y nos vamos- asintieron y fui por la bolsa de emergencias, tenía siempre todo lo que necesitaba en ella asíque, ¡a la playa!

No hay comentarios:

Publicar un comentario